A los niños les gusta
moverse, por lo que no es difícil conseguir ponerlos en marcha para que
desarrollen sus habilidades físicas. Hay que proponer a los niños en edad
preescolar actividades variadas, lúdicas y seguras que favorezcan su desarrollo
y que, a la vez, creen en ellos el ámbito de la actividad física diaria.
Las siguientes propuestas
son algunas ideas sencillas de poner en práctica que permitirán a tus hijos
desarrollar sus habilidades motoras relacionadas con la motricidad gruesa de
forma fácil y divertida.
Los triciclos son uno los
juguetes favoritos de los niños. Con un poco de ayuda, tu hijo empezará a moverse
y adquirirá rápidamente la fuerza suficiente para pedalear él solo. Pero,
además de favorecer el correcto desarrollo de la musculatura de las piernas,
pedalear en un triciclo favorece el desarrollo de la coordinación, del equilibrio
y de la percepción espacial.
Los niños que ya son capaces
de caminar y corretear también son capaces de empezar a usar bicicletas sin
pedales. Las bicicletas sin pedales potencian aún más el desarrollo de las
habilidades anteriores. Aunque si tuviérmos que destacar una sería sin duda el
equilibrio. Los niños que aprenden a usar estas bicicletas sin pedales tardan
muy poco en montar con seguridad en bicicletas normales.
Cuando tu hijo esté
preparado puedes empezar a ofrecerle la bicicleta convencional con ruedines de
apoyo, pero que no deje de usar la bicicleta sin pedales. En cuanto se sienta
seguro solo necesitará aprender a dar la primera pedalada en equilibrio para mantenerlo
durante el recorrido.
Bailar
A los niños pequeños les
encanta bailar. Le pongas lo que le pongas, ellos se dejan llevar por la
música. Aprovechar esta tendencia natural al baile es una gran oportunidad para
desarrollar la coordinación, el equilibrio, el ritmo, la percepción espacio-temporal.
Bailando los niños también
trabajan el desarrollo de la creatividad y la expresión corporal. Además,
mediante la enseñanza de coreografías sencillas, los niños también desarrollan
la memoria y aprenden el uso de nuevos patrones de movimiento.
Pasear
Para los niños, un paseo es
mucho más que salir a caminar. Además de mejorar sus habilidades para
desplazarse normalmente y aumentar su resistencia física, los niños juegan
mientras caminan. Deja que tu hijo corra, se suba por los bancos y en cualquier
sitio donde pueda hacerlo.
Busca lugares por los que
pasear en los que tu hijo pueda trepar, caminar por zonas estrechas haciendo
equilibrios, subir, bajar, agacharse, saltar, etc. Deja que tu hijo dé rienda
suelta a su imaginación y que aproveche las oportunidades de movimiento que una
calle le ofrece, eso sí, sin descuidar la seguridad y procurando pasear por
calles en momentos en los que no estén muy transitadas.
Jugar en el parque
La opción anterior no
siempre es viable. De hecho, pocos son los niños que tienen la suerte de poder
jugar mientras pasean por la calle. Para ellos, y también para todos los demás,
el parque es una opción más cómoda y también más segura. Los parques ofrecen a
los niños decenas de oportunidades para jugar y desarrollar sus habilidades
motoras.
Lo primero que tienes que
considerar es llevar a tu hijo a un parque seguro y adaptado a su edad.
Después, déjale que juegue a lo que quiera y anímale a hacer aquello hacia lo
que muestra cierto miedo o reparo. Llévalo con ropa adecuada y no le digas que
no a nada. Ayúdale al principio, pero no lo sobreprotejas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario